miércoles, 10 de septiembre de 2008

Presentacion

Soy Vania Remenik, alumna del León Pinelo, de 17 años de edad. He vivido en Lima toda mi vida y considero importanticima mi formacion estudiantil. Como estudiante deseo brindar un homenaje al gran educador: Constantino Carvallo.
Constantino Carvallo, un gran ejemplo a seguir.

Murió Constantino Carvallo, director del colegio “Los Reyes Rojos”

El conocido ex dirigente de Alianza Lima y director del colegio Los Reyes Rojos, Constantino Carvallo (55 años), falleció hoy por la mañana en la clínica Americana, lugar al que fuera trasladado hace unos días tras haber sufrido un infarto. Según primeras informaciones, Carvallo no habría soportado una intervención quirúrgica.
Se supo además que el velorio será hoy al mediodía en la iglesia Virgen de Fátima, en el distrito de Miraflores.
Costantino Raúl Carvallo Rey fundó el colegio Los Reyes Rojos en 1978 y desde ahí difundió una visión de la educación que se alejaba de lo covencional. En palabras propias de este multifacético educador, la escuela debía ser “un espacio de socialización en el que se forja el carácter del individuo y del ciudadano. La autonomía moral y la búsqueda crítica del saber son los fines fundamentales que dirigen su actuar”.
Asimismo, durante los diez años que Carvallo fue dirigente de Alianza Lima, desarrolló un programa en el que diversos jugadores de las divisiones menores de ese club acudieron a Los Reyes Rojos a estudiar, además de brindarles un techo a aquellos que tenían un difícil entorno familiar. Jefferson Farfán, Paolo Guerrero, Alexander Sánchez y Jairzinho Baylón, son algunos de los futbolistas que en más de una ocasión han agradecido la oportunidad que les brindó Carvallo.

Nos hará falta Constantino

A lo largo de los años, cuando los padres me consultaban sobre un buen colegio para sus hijos que no fuera confesional ni bilingüe, siempre les sugería que visitasen a Constantino Carvallo en el colegio Los Reyes Rojos.
Me resultaba fascinante ver cómo un pensador que desarrolló una filosofía educativa humanista con enorme proyección social había sido capaz de crear una institución que encarnase sus valores y propuestas con tan alto contenido ético y educativo.
No dejaba de sorprenderme la elevada autoestima y solvencia social de sus ex alumnos cada vez que los entrevistaba para un medio de comunicación o como candidatos para algún empleo. Sentí una enorme admiración por él y su obra cuando escuché lo que hacía por los jugadores juveniles del Alianza Lima y los niños pobres de Chincha.
Disfrutaba de la lectura de sus columnas periodísticas, pues articulaba con precisión los temas educativos, culturales y políticos. Me encantaba verlo aparecer en la televisión porque sabía que siempre escucharía de él una versión no convencional de los temas en debate.
En los últimos 6 años nos sentamos juntos infinidad de veces en el Consejo Nacional de Educación, donde sus intervenciones evidenciaban su profundo saber educativo, agudeza intelectual, visión de país, preocupación por el derecho de los niños a estudiar en escuelas amigables y el de los maestros de ser respetados y atendidos en sus necesidades vitales para poder desempeñarse a la altura de las exigencias de la profesión.
Estando la educación peruana en un estado tan calamitoso era imposible que alguien como él no protestara en cada intervención pública, reclamando mayor atención y coherencia por parte de presidentes, ministros y funcionarios.
El Ministerio de Educación le ha otorgado póstumamente las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta, convirtiendo en reconocimiento oficial las palmas que la opinión pública depositó desde hace tiempo en manos de Constantino. Sin embargo, me atrevo a afirmar que él gustoso le brindaría las Palmas Magisteriales en grado Supremo al gobierno si es que éste, inspirado en la valoración de su obra y persona, se mostrase decidido a apostar por la infancia, colocándola a la cabeza de las prioridades del gobierno.
Con eso el gobierno pasaría del reconocimiento formal de su obra a la traducción en hechos concretos.
El Perú perdió esta semana a uno de sus referentes intelectuales más lúcidos, agudos, honestos y brillantes de su generación. Sentiré mucho su ausencia. Descansa en paz, amigo Constantino.

Constantino Carvallo Rey

Conseguir que los mejores se dediquen a la formación de las futuras generaciones es un sueño pocas veces alcanzado. Peor, todavía, en países como el nuestro, en donde el Estado nunca ha priorizado la educación y en donde la profesión de educador es una de las menos reconocidas socialmente. Muchos de los peruanos más valiosos no han valorado la importancia o no han tenido la oportunidad de enseñar a los niños. Hay, sin embargo, excepciones; una de las más notables, la de Constantino Carvallo.
Carvallo, hijo y nieto de prominentes médicos peruanos, escogió más bien el camino de las letras y se graduó como filósofo en la PUCP a fines de los años 70. Se embarcó pronto en el mundo de la educación fundando, en 1978, en Barranco, el colegio Los Reyes Rojos, en homenaje al poeta Eguren. Fue, desde su inicio, un colegio "diferente", que rompía radicalmente esquemas y que definió sus objetivos centrales en la "forja del carácter del individuo y del ciudadano" y en "la búsqueda crítica del saber". Convirtió allí Carvallo, en práctica concreta y exitosa, su visión de la educación. Como es natural, sus ideas educativas, novedosas y audaces han sido discutidas y han tenido detractores. Pero lo que nadie puede negar es que, 30 años después, por una razón u otra, su filosofía educativa ha influido en la visión que tiene parte importante de la clase media limeña sobre cómo formar a sus hijos.
Pero el compromiso de Carvallo fue mucho más allá de lo privado. Se expresó en proyectos educativos para sectores de extrema pobreza, en su activa participación en el Consejo Nacional de Educación y en sus escritos y opiniones que lo convirtieron en uno de los referentes más respetados sobre el quehacer de la educación nacional. Por cierto, quienes hemos seguido con interés sus puntos de vista a lo largo de los años sabemos que nada más lejos, la suya, de una visión dogmática; que su comprensible crítica a nuestra desoladora realidad educativa estaba acompañada, a la vez, de un reconocimiento entusiasta de los pequeños y valiosos cambios concretos que se podían conseguir cuando se ponía ganas y sensatez.
Merecidamente, los homenajes que recibe Carvallo son múltiples y provienen de gente de los más diversos sectores y generaciones (mucho en los diarios, pero impresionante y conmovedor lo que circula en la 'blogósfera'). Es que la muerte de alguien valioso subleva; mucho más, todavía, cuando llega absurdamente temprano, arrebatándole a él todo lo que tenía todavía por vivir y privándonos a los demás de lo mucho que tenía aún por dar.

Bibliografia

http://www.losreyesrojos.edu.pe/indice.php

http://cal1901.wordpress.com/2008/05/27/articulo-de-constantino-carvallo/

http://napa.com.pe/2008/08/18/murio-constantino-carvallo-director-del-colegio-los-reyes-rojos/